viernes, septiembre 21, 2007

Como pasa el tiempo, entre comidas y siestas (y algo de trabajo) se nos van los meses y por fin despues de largo, escribo alguito, para los que de vez en cuando se dan una vuelta por aquí.


Llega la inevitable primavera y comienzan los brotes y las flores a asomarse por entre los árboles, también comienzan a brotar despacito las palabras que nos unen. He revisado los comentarios y he recibido incluso llamadas telefónicas, desde sugerencias para poner alguna que otra receta, hasta interpelaciones de mis amigotes, del tono de "y cuando vas a escribir de nuevo"... bueno aquí estoy.


Puse una imágen de un árbol de la parcela que se llama "las cascadas" (de mi amigo Alberto), que queda en Roa, un lugar cerca de Concepción donde nos estuvimos castigando con algunos delicados sabores de nuestra gastronomía criolla (léase asado y longanizas), en una reunión de inicio de fiestas patrias.


Un amigo me llamó por teléfono y me dijo que le gustaban mis datos culinarios y alguna receta, pero que me iba en la "volá" (como dicen mis estudiantes) y ponía puras preparaciones de cosas que eran dificiles de encontrar, por ejemplo, en un supermercado; y mencionaba a los conejos, liebres, perdices o que se yo. Me quedé pensando, y supuse que como era algo que le inquietaba, era también una situación real, ya que evidentemente, la mayoría nos alimentamos de lo podemos encontrar en un supermercado, en este mundo vertiginoso, no nos damos mucho tiempo para buscar lo qure nos haga felices y tomamos sucedáneos para sentirnos mejor (pastillas para no llorar, diría Sabina)... me fuí para otro lado, por acordarme del Arnoldo y sus recetas de atún (buenas especies de croquetas de atún). A propósito de me comí en linares unas ricas empanadas de horno, lo único malo es que no compiten con las de mi mamá (ella le pone plateada al pino) las hace casi igual que Pame, pero las de Linares eran con un porcentaje, bastante notorio diría yo, de carne de soya. Brr, me dan escalofríos todavía. Cosas de los "disioshos".
En fin, comimos, tomamos, nos reímos, bailamos cueca, escuchamos música chilena, jugamos rayuela corta y larga y nos encumbramos varios volantines.
Fuimos con mis amigotes a la Yein Fonda, y ahora estoy sentado pensando en que el lunes debo trabajar y mi amigo Pez, quiere que nos comamos unos anticuchos mañana en la tarde. Como los de la foto, que son los que comimos en Parral con mi amigo y maestro César y su familia que también es la mía. No se si serán anticuchos, o algo al disco, o alguna parrillita, pero algo será. Por lo pronto en una semana más nos vamos a Llico, caleta de pescadores de la provincia de Arauco, a hacernos cargo (a decir del anfitrión) de todos los mariscos que nos podamos comer y llevar, el trago lo ponemos nosotros, el Pez, Rafael, y yo, los mariscos , los pone El Pampa.
La nostalgia, la darán los vinos y la orilla del mar o de la mar si nos ponemos poéticos.
Que bueno reencontrarse, un abrazo.