lunes, julio 09, 2007

Hace frío, no es novedad a estas alturas del año, pero hace frío. Voy a intentar pasar el frío relatando un fin de semana de antología, un fin de semana de esos que parece que no existen, pero sin embargo, allí están. El último fin de semana largo nos reunió en distintas situaciones gastronómicas. El día viernes en la noche, celebramos el cumpleaños de un amigo y fuimos invitados a una "tallarinatta" (tallarines, dijo la Irene). Juanita preparó ñoquis en salsa bolognesa; abundosos en sabores, aromas y cantidades. También fetuccini con una salsa de machas y una salsa de changles, mmm. Carne asada, ensaladas, licores, vinos, torta, risas... hubo un momento de la noche en que todos los comensales nos quedamos callados, sólo se escuchaban suspiros...
El día sábado en la mañana, tratando de reponerme de tamaña aventura y preparando la comida de la tarde, me fuí a la feria campesina a buscar hongos, conejos y liebres, compré además una pollona de campo y algunas verduras. Cuando llegué a mi casa, encontré una sierra gigantesca, de seis kilos lista para ser preparada al horno, medio kilo de centolla, algunos puerros, vino blanco, un poquito de coñac, algo de crema...
Resultado: sierra la horno con salsa de centolla, llegaron los comensales a las seis de la tarde y comenzó el jolgorio.
Esa misma noche preparé el estofado en la cocina a leña, para comerlo al día siguiente, de esa manera está "pasaito" decía mi abuela. Obviamente lo comimos al otro día, al almuerzo y estaba riquísimo.
Ya era domingo en la tarde y nos llamó una buena amiga para invitarnos al otro día a su casa, especialidad comida cubana, preparada por Alexis un luchador con manos mágicas de cocinero y sonrisa grande como sus abrazos y los de Paulina. LLegamos y comimos, frejoles negros, frejoles coloraos, arroz amarillo con pollo, arroz con gris, y ensalada cubana fría. Obligados a calentar el cuerpo con una copa de ron (o dos), hubo canto, baile, y risas, muchas risas...
Ha pasado una semana de eso y pienso que uno de estos días debo reiniciar mi dieta que dejé abandonada en algún rincón oscuro de la cocina, miro mi prominente barriga y al mismo tiempo pienso en los placeres... estoy en una crisis?