Crema de Callampas

He vuelto, si me fuí por un tiempo a saborear ofertas gastronómicas de otros lugares y luego quedé atrapado en la famosa página en blanco, tratando de plasmar en este espacio algunas de las cosas que golosamente probé durante mi ausencia... pero no pasaba nada.

Hasta esta noche en que sucedió la magia.

Dano y César.

Sobrinos heredados y queridos que me rondaban por la casa... evidentemente buscando motivar al sibarita cocinero indómito que habita en mi...

- ¿que vamos a comer?-

-cocinemos algo...-

-así como la sopa de anoche-,

-ya pu que vamos a comer...-

Y bueno, sucedió.

Tomé algunas callampas secas que tenía y las puse a hidratar en agua tibia, luego una bandeja con champiñones surtidos del super: Champiñón de paris, champiñón ostra y el famoso shitakee japonés cultivado con bastante éxito en nuestros lares. Además saqué unas callampas de una conserva que había hecho tiempo atrás (ya les contaré como se hace uno de estos días) y me puse manos a la obra. Dos chalotas sureñas, las traje de chiloé (estaban como a dos lucas el kilo, saquen la cuenta, en el super aquí valen como luca los trecientos gramos), las pelé y corté en rodajas finas, luego un poco de ajo machacado, aceite de oliva del que estaba en la conserva de callampas, es decir, aromatizado con laurel, semilla de cilantro, pimienta, algo de sal, semilla de enebro, etc lo puse a calentar en una olla y agregé primero las chalotas, luego las callampas secas hidratadas, los champiñones y por último las callampas de conserva, agregué un chorrito de aguardiente y un chorrito de vino blanco pipeño. Luego el agua del remojo de las callampas, sin el fondo, un poco de agua y dejé cocer algunos minutillos. Agregué un poco de comino molido y alguito de merkén. cuando esto estuvo cocido, un poco de harina para espesar y un poco de crema para refinar. Luego dejamos que reposara unos eternos cinco minutos; el dano puso el mantel, César las fuentes de greda y yo serví la crema de callampas. No pusimos crutones por que no fueron necesarios, si pusimos un poco de queso rallado encima... mmm, estaba buenísima.

Además sirvió para dar vuelta la página en blanco.

Buen apetito.