sábado, marzo 25, 2006

Chalacos

Hoy vuelvo a la escritura después de algunos días de ausencia. Es grato encontrarse con comentarios de lo que uno escribe o de lo que produce con su escritura.

Inevitablemente me encuentro en las letras con Kram, con el frío que cala los huesos y la nostalgia culinaria, que a ratos se torna insospechadamente cómplice de lo que estamos sintiendo. A pesar de estar cerca de mis olores y sabores preferidos, (esos que acompañan desde la infancia, heredados de los abuelos y abuelas), pasan días en que mi comida se remite a lo que caiga a la hora de almuerzo, sin muchas pretensiones, solo la de llenar ese espacio en el centro del cuerpo, una comida "casera", pero de restaurante, sin "eso" que tiene la comida de la casa.
Me encontré por esas cosas del destino con unos Chalacos en el terminal pesquero de Talcahuano. El vendedor levanta la bandeja donde estaban estos pescados y la deja en forma vertical, los chalacos no se caían, estaban fresquísimos. ¡Profe, lleve Chalacos...!, están fresquitos.
Chalacos, carne rosada, caldilo de mi abuelo Baucha.
-Trae una botella de vino del cuarto, que viene el caballero de los chalacos...- suena en mi cabeza la voz de mi abuelo y viene a mi memoria la cara y la forma corporal del caballero de los chalacos, que venía de Chome o Rocoto, a saludar a mi abuelo, a realizar el ejercicio de trueque que ellos gustaban de hacer: chalacos, coyoy, luche, chupones, vino, ropa, alambres y largas conversaciones de sábado en la mañana.
Sentados a la mesa de la cocina, comiendo caldillo, o pan amasado, van tejiendo sus propias historias y por cierto, creo sin saberlo también la mía.
Mañana domingo voy a cocinar Caldillo de Chalacos.

5 Comments:

At 8:43 p. m., Blogger Viejito Cibernetico said...

Mijito

No sabe cuanto me alegro de encontrar un block que recuerde esos años esplendoros, donde los mozalbetes respetaban a sus mayores, eso sí... un poco erótico eso del postre... pero bueno, por su foto se nota que es un chicuelo de esos coléricos que usan pantalones pat'elefante.

Me acordé de mi compadre Choño, el choñito como llamabamos (paró las chalas... la rosita). Cuando lelgaba a la cantina del Carrera con 25 conejos colgando y una que otra liebre... eran un festín, o los sacos con camarones, o la cabeza de chancho, las tortillas de rescoldo, los digüeñes y los changles... que tiempos aquellos... dele cabro chico... hablenos de eso un poco, a los que usamos chalón y no seguimos vistiendo en Casa Ramos.

Afectuosamente,

El veteclo

 
At 5:52 p. m., Blogger omar said...

Veteclito: Dice mi madre, que mi abuelo también llegaba con los conejos colgando, y las liebres y los pajaritos sabrosones (perdices, tortolas,zorzales,etc) y que estos eran el festín de la familia, sobre todo para los estofados - a los que rendiremos su justa pleitesía-, así que gracias por sus palabras.
omar

 
At 5:52 p. m., Blogger omar said...

Veteclito: Dice mi madre, que mi abuelo también llegaba con los conejos colgando, y las liebres y los pajaritos sabrosones (perdices, tortolas,zorzales,etc) y que estos eran el festín de la familia, sobre todo para los estofados - a los que rendiremos su justa pleitesía-, así que gracias por sus palabras.
omar

 
At 7:13 p. m., Anonymous Anónimo said...

OMAR QUE AGRADABLE FUE ENCONTRAR ESTE SITIO HACE TANTO TIEMPO QUE NO SABIA "QUE ES DE TU VIDA" ESTA PRECIOSO LO QUE ESCRIBES INCLUSO ME DIO HAMBRE, HASTA SENTI LOS SABORES EN LA BOCA...
SUERTE CON TODO SALUDOS A TU FAMILIA ESPERO QUE NOS ENCONTREMOS EN ALGUN LUGAR OBVIAMENTE CON CUECAS.

 
At 8:08 p. m., Blogger omar said...

gabi: obviamente con cuecas.
besos
omar

 

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